La última estación

En este blog escribiré, como su nombre indica, acerca de Tolstói, su vida y obra. Comenzaré hablando de "La última estación", película biográfica dirigida por Michael Hoffman, que cuenta los sucesos que determinaron sus últimos años. León Tolstói es un novelista ruso que pretende a lo largo de su carrera "escribir para el bien de la gente". Este ideal se manifiesta por Tolstói como medio para justificar la donación de sus obras al dominio público. En la película, se muestra la controversia e indignación de su esposa al ver cómo todos los bienes de la familia se desvanecen, dejándoles a ella y a sus hijos sin herencia. Este pensamiento se ve motivado principalmente por Vladimir, a quién considera su amigo. Este personaje muestra su lado más perverso, de manera que su único fin es hacerse con el poder; pero Tolstói no es consciente de ello. Su mujer, sin embargo, desde un principio, le intenta hacer ver la verdad de sus intenciones, pero él en ningún momento se da cuenta de ello. 

Por otro lado, aparece el personaje de Valentín, secretario personal de Tolstói. La película comienza con la entrevista de este personaje por parte de Vladimir con el fin de conseguir el empleo. Ambos, se muestras partidarios del movimiento Tolstoiano, tendencia creada por sus propios seguidores, ya que, se aleja en gran medida de aquello de lo que realmente el protagonista piensa y lleva como modo de vida. En este movimiento, se defiende principalmente la paz y la libertad de sus integrantes, los cuáles se consideran como iguales. A todo ello, se piensa que Tolstói odia las relaciones sexuales y al mismo tiempo, se cree que el amor no es importante en su vida, cosa que se opone con la realidad, puesto que nunca ha dejado de estar enamorado de su mujer. A lo largo de la trama, se mencionan algunas de las obras más importantes de León Tolstói, como Ana Karenina y Guerra y Paz, obras en las que su mujer Sofía sirve de musa y en las que ella ha tenido un papel mucho más importante, puesto que, concretamente en el caso de Ana Karenina fue Sofía la que realizó continuas copias de la misma.