El Manantial
León Tolstói, además de sus novelas conocidas como Anna Karenina y Guerra y Paz, escribió una serie de apólogos que se sitúan en la narrativa breve del autor. Dentro de estos escritos se encuentra El Manantial, poema del que tratará esta entrada.
El Manantial es uno de los apólogos escritos por el novelista ruso León Tolstói. Por lo que, aunque en este caso se trata de un poema, existen una infinitud de cuentos y narraciones escritas por el mismo con el fin de transmitir una enseñanza. Todo ello era propio del autor, ya que, como hemos visto, se encargaba de enseñar a todo tipo de niños, sin importar su origen ni situación económica, en su escuela de Yasnaia Poliana.
Entre espadañas, mirto y romeros,
En calurosa tarde estival,
Hicieron alto los tres viajeros
Ante las aguas del manantial.
Robles gigantes le daban sombra,
Césped florido formaba alfombra
Junto al venero murmurador,
Y el agua clara, corriendo pura,
Prestaba al campo dulce frescura,
Hojas al árbol, vida a la flor.
Su sed calmaron los caminantes.
Y a los fulgores agonizantes
De la serena tarde estival,
Escrita vieron esta sentencia:
“Procura siempre que tu existencia
Sea como el agua del manantial.”
-No es mal consejo -dijo el más mozo-,
Y al comprenderlo siento que el gozo
Llama a las puertas del corazón;
Como el arroyo se trueca en río,
Correr el hombre debe, y con brío
Hacerse grande por la ambición.
-Es buen consejo -dijo pausado
Otro viajero grave y honrado-;
Hay que ser puros para vencer;
Como las fuentes son las criaturas,
Y almas y linfas han de ser puras
Si cual espejos han de esplendor.
-¡Noble enseñanza! ¡Sabio consejo!-
Dijo el viajero caduco y viejo-;
La sed templemos y, en odio al mal,
El bien hagamos con ansia inmensa,
Sin esperanzas de recompensa...
¡Como las aguas del manantial!
En calurosa tarde estival,
Hicieron alto los tres viajeros
Ante las aguas del manantial.
Robles gigantes le daban sombra,
Césped florido formaba alfombra
Junto al venero murmurador,
Y el agua clara, corriendo pura,
Prestaba al campo dulce frescura,
Hojas al árbol, vida a la flor.
Su sed calmaron los caminantes.
Y a los fulgores agonizantes
De la serena tarde estival,
Escrita vieron esta sentencia:
“Procura siempre que tu existencia
Sea como el agua del manantial.”
-No es mal consejo -dijo el más mozo-,
Y al comprenderlo siento que el gozo
Llama a las puertas del corazón;
Como el arroyo se trueca en río,
Correr el hombre debe, y con brío
Hacerse grande por la ambición.
-Es buen consejo -dijo pausado
Otro viajero grave y honrado-;
Hay que ser puros para vencer;
Como las fuentes son las criaturas,
Y almas y linfas han de ser puras
Si cual espejos han de esplendor.
-¡Noble enseñanza! ¡Sabio consejo!-
Dijo el viajero caduco y viejo-;
La sed templemos y, en odio al mal,
El bien hagamos con ansia inmensa,
Sin esperanzas de recompensa...
¡Como las aguas del manantial!
En el poema El Manantial, Tolstói pretende transmitir una enseñanza a tres caminantes: "Procura siempre que tu existencia sea como el agua del manantial". La enseñanza llega al lector a través de la naturaleza, lo que destaca como uno de los temas principales del poema, y a través de la descripción y el diálogo de los caminantes.
El "manantial" se emplea como metáfora de la vida, que según Tolstói se debe llevar con armonía, fluidez, lealtad("hay que ser puros para vencer"), aprovechando el tiempo ("correr el hombre debe"), con anhelo ("hacerse grande por ambición") y misericordia ("el bien hagamos con ansia inmensa, sin esperanzas de recompensa"). Todos estos valores, que expresa en el poema, son propios del movimiento tolstoiano que impulsó en sus últimos años de vida y en el que se manifiestan los principios por los que el autor se regía.
El poema está constituido por un cuarteto y cinco sextetos de arte mayor. Asimismo, consta de versos decasílabos de rima consonante. En cuanto a su estructura interna, en el cuarteto y en el primer sexteto se plantea la escena, situando a los caminantes en el espacio. A continuación, se relata la enseñanza y el diálogo que surge entre los caminantes respecto a ella.
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